Se habla de
Interculturalidad, cuando dos o más culturas diferentes comienzan a interactuar
de una manera horizontal y sinérgica, es decir, en este estado de cosas ninguno
de los grupos que intervienen se encuentra por encima del otro, sino que todos
se hallan en igualdad de condiciones, lo que por supuesto contribuye a la
integración y a la pacífica convivencia de las personas afectadas. Como en toda
convivencia humana, a la larga o corta, surgirán conflictos de intereses y más
aún en una situación en la que prima la diversidad, aunque, la resolución de
los mismos se llevará a cabo en un marco de absoluto respeto, prevaleciendo el
diálogo y la concertación.
Mientras tanto, la
interculturalidad constará de tres etapas: negociación (simbiosis con el otro
para lograr comprensión y evitar la confrontación), penetración (ponerse en el
lugar del otro) y descentralización (nos alejamos de uno mismo mediante la
reflexión).
En otro orden de cosas, para
la interculturalidad es sumamente importante la actitud a favor, la cual se
consumará a partir de tres actitudes: visión dinámica de las culturas que
intervienen, creencia en que las relaciones cotidianas se forjan a partir de la
comunicación y luchar por la construcción de una ciudadanía amplia, en la cual
exista igualdad de derechos.
Cabe destacar, porque muchos
tienden a confundirlos, que la interculturalidad nada tiene que ver con el
pluralismo y el multiculturalismo.
Por su lado, la
interculturalidad interpersonal se da cuando las personas de diversas culturas
entran en contacto directo a través de un medio electrónico, tal es el caso de
Internet.
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